FUE JUSTO CUANDO EL BUS DIO LA VUELTA EN LA ESQUINA DE LA 8TH ST CON LA 5TA AVENIDA, QUE DECIDÍ BAJARME PARA CAMINAR UN RATO. ERAN LAS 9 DE LA MAÑANA Y MIENTRAS EL SOL AÚN LEVANTABA LOS VAPORES DEL SUELO HÚMEDO DE LA NOCHE ANTERIOR, CERRÉ EL ZIPPER DE MI CHAQUETA CON UN ESCALOFRÍO AVANZANDO HACIA EL SUR HASTA EL WASHINGTON SQUARE PARK, UN ANTIGUO CEMENTERIO Y LUGAR DE EJECUCIONES EN EL TEMPRANO MANHATTAN ANTES DE CONVERTIRSE EN EL PARQUE PÚBLICO QUE ES HOY. AQUÍ TERMINA LA QUINTA AVENIDA Y SE ALARGA HACIA ESTE Y OESTE LA CALLE WAVERLY, EN EL CORAZÓN DEL GREENWICH VILLAGE. AÚN NO SABÍA PORQUÉ RAZÓN ME HABÍA OBSESIONADO TANTO CON ESTE LUGAR, PERO AL VER LOS REFLEJOS LÚGUBRES DE LOS ÁRBOLES QUE A ESA HORA SE PROYECTABAN SOBRE EL SUELO OSCURO DEL PAVIMENTO, EMPECE A ENTENDER DE PRONTO PORQUÉ EDGAR ALLAN POE HABÍA VIVIDO PARTE DE SU ÉPOCA LITERARIA MAS PROLÍFICA ENTRE EL AJETREO URBANO DE ESTAS CALLES.
ME ENCONTRABA ALLÍ -Y SÉPANLO DE UNA SOLA VEZ Y DE PRIMERA FUENTE TODOS UDS- POR CULPA DE LA LITERATURA, POR CULPA DE MI TEMPRANA CERCANÍA A LOS LIBROS, A ÉSE RECUERDO DEL YO-NIÑO QUE EMPUJA A LA LECTURA DE LOS CLÁSICOS QUE MARCAN A FUEGO Y NOS SORPRENDEN CON CADA UNA DE SUS PÁGINAS.
CUANDO ME ENTERÉ DE MI VIAJE A NUEVA YORK, SUPE DE INMEDIATO QUE ENTRE LAS COSAS QUE TENÍA QUE HACER –JUNTO A LA EXPOSICIÓN DE MIS PINTURAS EN EL ROOSEVELT Y LA SERIE FOTOGRÁFICA QUE ME HABIA PROPUESTO REALIZAR PARA LA CALLE BOWERY- ERA CONCRETAR MI DESEO DE APROVECHAR EL VIAJE PARA ENCONTRAR UNA DE LAS CASAS DONDE POE HABRÍA ESCRITO “EL CUERVO” Y OTROS DE SUS TEXTOS FAMOSOS, ENTRE LOS AÑOS 1835 AL 1845, EN MITAD DE LA BOHEMIA NOCTURNA DEL VILLAGE Y EL RECIÉN INAUGURADO MATRIMONIO CON SU JOVEN PRIMA VIRGINIA, QUE CON EL TIEMPO, ENFERMARÍA ALLÍ DE TUBERCULOSIS.
PERO BUENO, ERA TEMPRANO EN LA MAÑANA Y JUNTO CON RECORDAR ESTO Y TOSER UN POCO (SIC), AVANCÉ ENTRE LOS ÁRBOLES AÑOSOS -TAL VEZ LOS MÁS ANTIGUOS DE MANHATTAN- EN MI BÚSQUEDA POR EL OESTE DE WAVERLY PLACE EN DIRECCIÓN AL RÍO HUDSON, HASTA DAR CON LA AVENIDA DE LAS AMÉRICAS. CAMINANDO CON FRÍO Y EN UN INTENTO POR REACTIVAR LA NEURONA POÉTICA DORMIDA, ME ENCONTRÉ EN TODA LA ESQUINA CON EL WAWERLY RESTAURANT (385, 6TH AVE), UN CLÁSICO DEL WEST VILLAGE DONDE PUDE COMPROBAR QUE COMER SE PUEDE TRANSFORMAR EN UNA AUTÉNTICA CÁPSULA DEL TIEMPO: JUNTO A LA BARRA Y LA COCINA UBICADA AL FONDO DEL LOCAL, ESTABAN LOS DOS PASILLOS CON MESONES DE MADERA ANCLADOS AL PISO, DONDE CIRCULABAN LOS RÁPIDOS GARZONES LATINOS LLEVANDO LOS PLATOS MAS DIVERSOS A LA GENTE QUE A ESA HORA TOMABA DESAYUNO EN EL RESTAURANT. YO ME INCLINÉ POR UN OMELETTE CON QUESO CHEDDAR Y TOCINO, POROTOS Y UN PAR DE TOSTADAS QUE LLEGARON SERVIDOS EN SU PROPIA PAILA, JUNTO A UN TAZÓN DE CAFÉ NEGRO, TAN NEGRO COMO LA OBRA DEL AUTOR DE “LOS CRÍMENES DE LA CALLE MORGUE”.
DISFRUTANDO DEL MOVIMIENTO DEL LOCAL, ENTRE HUEVOS, PANQUEQUES Y EL OLOR SUPREMO DEL CAFÉ EN GRANO, RECORDÉ EL TEXTO QUE ME TRAJO HASTA AQUÍ, ENCONTRADO DÍAS ANTES DE VOLAR A MANHATTAN RELEYENDO EL LIBRO “CRÓNICAS DE NEW YORK” UNA RECOPILACIÓN DE ESCRITOS HECHOS POR ROSAMEL DEL VALLE A FINES DEL AÑO 1947:
“EL VIEJO CASERÓN DE TRES PISOS DE LA 137 DE WAVERLY PLACE, EN EL FANTÁSTCO VILLAGE DE LOS ARTISTAS EN NUEVA YORK, DONDE VIVIÓ POE EN 1884” . PÁGINA 51, ESO ERA TODO. LA FECHA ADEMÁS ERA ERRÓNEA -POE MURIÓ EN EL AÑO1849- Y AUNQUE A MI JUICIO, ESTO MÁS QUE RESULTAR UN OBSTÁCULO, LE DABA MÁS RIESGO, MAYOR OSCURIDAD AL ASUNTO, TAMBIEN SABÍA QUE HABÍA UN HECHO INDUDABLE QUE JUGABA A FAVOR DE MI LOCURA. LA EVIDENCIA DE QUE POE EFECTIVAMENTE VIVIÓ ENTRE 1835 Y 1845 EN GREENWICH VILLAGE, DURANTE LOS AÑOS EN QUE SU BIOGRAFÍA CITA COMO EL PERÍODO EN QUE ESCRIBIÓ Y PUBLICÓ ENTRE OTROS, EL CUERVO, EL GATO NEGRO Y EL POZO Y EL PÉNDULO.
PERO AÚN ASI ESO ERA TODO, UN FRAGMENTO PERDIDO E INCIERTO EN MEDIO DE UNA CRÓNICA OLVIDADA. AUNQUE CON UNA DIRECCIÓN CONCRETA QUE ESA FRÍA MAÑANA DE INVIERNO ABRÍA CAMPO A MI EXPLORACIÓN DESDE Y HACIA LA LITERATURA: EL 137 DE WAVERLY PLACE. Y EN MITAD DE LA OLEADA MATUTINA DE HOT PASTRAMI SANDWICH, Y TARTALETAS QUE PASABAN A MI LADO, PREGUNTE AL GARZÓN DE MI MESA SI RECORDABA HABER ESCUCHADO SOBRE LA CASA DE POE EN LA CALLE WAVERLY, A LO QUE ÉL SOLO SONRIÓ RETIRANDO SU PROPINA DE LA MESA.
SALI AFUERA ATRAVESANDO EL BATIENTE DE LA PUERTA CON LA ÚNICA CERTIDUMBRE DE SABER QUE ESTABA ALLI ARRIESGANDO UN DATO PERDIDO EN UN LIBRO Y QUE MI BÚSQUEDA TENIA LAS MISMAS PROBABILIDADES DE GANAR O FALLAR. ENTONCES, BAJO EL CIELO ENCAPOTADO DE MANHATTAN, TOMÉ RUMBO AL OESTE BAJANDO POR WAVERLY PLACE Y SU LÍNEA DE ÁRBOLES NEGROS Y DESNUDOS CUBIERTOS POR LA ESCARCHA, HASTA DAR CON EL NORTHERN DISPENSARY, UN EDIFICIO TRIANGULAR DONDE EN 1837 POE RECIBIÓ VARIAS VECES ATENCIÓN MEDICA Y REMEDIOS PARA EL RESFRÍO, SEGÚN DICE SU BIOGRAFÍA Y UN VIEJO ANTICUARIO RESIDENTE CON EL CUAL PUDE CONVERSAR AQUEL DÍA. DESDE ALLÍ LAS CALLES DERIVAN EN UNA SERIE DE CURVAS QUE SE CRUZAN ENTRE SI Y QUE PARECEN HABER SIDO TRAZADAS POR LA CERCHA CAPRICHOSA DE UN ARQUITECTO A LA MANERA DE UNA PROSA DRAMÁTICA DIGNA DEL VIEJO POE.
A SOLO ALGUNOS PASOS DEL LUGAR, SEGUI CAMINANDO HASTA DAR CON LA FACHADA DE LADRILLO ROJO ESTILO GEORGIAN DEL 137 DE WAVERLY PLACE. HOY NINGUNA PLACA INDICA EL LUGAR DONDE EL AUTOR DE “EL CUERVO” TUVO SU ÉPOCA MÁS CREATIVA E INTERESANTE, SUS INICIOS. ASÍ LO PUDE EVIDENCIAR. POE VIVIÓ AQUÍ BREVEMENTE. FUERON SUS PRIMEROS AÑOS DE CASADO JUNTO A SU JOVEN PRIMA DE 13 AÑOS, Y ÉSTE ERA UNO DE LOS LUGARES DONDE ÉL DESARROLLARÍA LA ESCRITURA DE SUS POEMAS Y CUENTOS MÁS CÉLEBRES, AQUELLOS QUE SE PUBLICARÍAN RECIÉN POR 1845.
“UN LIBRO DENTRO DE OTRO LIBRO Y ADENTRO DE OTRO LIBRO MÁS”, -ANOTO EN UNA SERVILLETA QUE SAQUÉ DEL RESTAURANT. Y ENTONCES ENTENDÍ LA RAZÓN DEL HECHIZO QUE ME ARRASTRABA HASTA AQUÍ: 3 Y 7 . EL 7 COMO NÚMERO QUE SE REPITE, EN LA FECHA DE LA CRÓNICA (1947), EN EL NÚMERO DE LA CASA DE WAVERLY (137) Y LA ÉPOCA EN QUE POE VIVIÓ ALLI (1837). 3 VECES 7. VER LOS NÚMEROS CABALÍSTICOS CIFRADOS EN EL MENSAJE ME HIZO ENTENDER QUE DEBÍA ESCRIBIR SOBRE ÉSTO, DEDUCIENDO QUE SEGÚN LA TRADICIÓN UNA CÁBALA ES PRECISAMENTE ÉSO, LO QUE ES TRASMITIDO, RECIBIDO, ACEPTADO Y VUELTO A TRANSMITIR. ANOTO ENTONCES EN LA SERVILLETA: “THE PLACE WILL REMAIN A MYSTERY FOR THE FUTURE”. “ESTE LUGAR SEGUIRÁ SIENDO UN MISTERIO PARA EL FUTURO, COMO UN DATO DESCONOCIDO QUE SE MANTENDRA EN SECRETO, OCULTO EN EL ENIGMA DE LOS LIBROS”, ESCRIBO YA PENSANDO EN LAS PRIMERAS IDEAS QUE LUEGO DARÁN FORMA A ÉSTA CRÓNICA.
Ah, recuerdo claramente que estaba en el gélido diciembre;
Y de brasas moribundas reflejadas fantasma en el suelo
Yo esperaba ansioso el día de mañana, - en vano había tratado de pedir prestado
Desde mi tregua libros de dolor - Dolor por la pérdida Lenore -
Para la rara y radiante virgen llamada por los ángeles Leonora -
Aquí ya sin nombre, para siempre.
Y AL ESTAR ALLÍ FRENTE A LA CASA, JAMÁS PENSE EN ENTRAR, NO LO CONSIDERÉ IMPORTANTE. HABÍA LOGRADO ENCONTRAR LA CUNA DEL POEMA NEGRO NEWYORKINO Y CON ÉSTO, PODÍA VOLVER A CASA CON LA GRATA SATISFACCIÓN DE SABER QUE HABÍA TOMADO UN RIESGO QUE NO HABÍA SALIDO EN VANO.
-“137 WAVERLY PLACE” ES UN CAPÍTULO DE LAS CRÓNICAS ESCRITAS DURANTE MI ÚLTIMA VISITA A NEW YORK CITY. EN LA FOTO, LA FACHADA DE LA CASA DE EDGAR ALLAN POE EN GREENWICH VILLAGE, PARTE DE UN PROYECTO FOTOGRÁFICO SERIAL TAMBIÉN DE MI AUTORÍA. INVIERNO 2010-2011.
CLAUDIO RODRIGUEZ LANFRANCO, ARTISTA VISUAL Y POETA.
