-ISLA DE MANCERA-

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EN MEDIO DE LA TORMENTA, LA ISLA GIRA SOBRE SI MISMA. TOMO EL PINCEL Y UNTÁNDOLO EN ROJO MANCHO LA TELA CUBRIÉNDO CON UNA VELADURA EL TOTAL DEL CUADRO. AFUERA LLUEVE. ESTOY EN UNA ISLA A LA QUE HE VENIDO A PINTAR, A TRATAR DE REENCONTRARME. LLUEVE MIENTRAS LOS FANTASMAS DE LAS PRIMERAS FIGURAS COMIENZAN A APARECER EN LA TELA, CONVOCADOS POR LA HUMEDAD DE LA MANCHA. DEJO QUE EL CUADRO SEQUE JUNTO AL CALOR DE LA CHIMENEA. POR LA VENTANA DE LA CASA ENTRA LA LUZ DEL INVIERNO Y EN MEDIO DE LA TORMENTA, ALCANZO A VER LA GREÑA SALVAJE DE LOS HUIROS EN EL IR Y VENIR DE LA MAREJADA.

PINTO INSTALADO EN UNA ISLA QUE GIRA SOBRE SU EJE Y MONTADO EN ELLA, VIAJO CON EL PINCEL UNTADO EN VERDE ESMERALDA, TRAS EL SURCO DEL COLOR, TRAS LAS FORMAS QUE CAMBIAN, QUE NUNCA SON LAS MISMAS. LA PINTURA SIEMPRE ESTA EN MOVIMIENTO.

HE VENIDO A PINTAR EL INVIERNO. CUANDO VEO LA LUZ ENTRAR POR LAS VENTANAS DE LA CASA APROVECHO DE TRABAJAR RODEADO DE COLORES, ACEITES, BARNICES Y AGUARRÁCES. TRAZO FIGURAS, LES DOY FORMA, CREO Y EXPANDO ESPACIOS, BOMBEO TODO LO QUE SIENTO SOBRE EL CUADRO Y LA TELA RESISTE LOS EMBATES DE BROCHAS Y PINCELES, DÍA A DÍA, HORA A HORA, LLUEVA O TRUENE.

PINTO EN UNA ISLA TRAGADA POR EL TIEMPO. INVENTO IMAGINO, ARRIESGO. FRENTE AL VÉRTIGO DEL CUADRO LAS HORAS PASAN Y SIN QUE ME DE CUENTA, PINTO HASTA QUE LOS OJOS SE AGOTAN, O HASTA QUE –SÚBITAMENTE- LA LUZ DEJA DE ENTRAR POR LA VENTANA. EL FIN DE LA LUZ, PONE FIN AL CUADRO. DESCANSO. NO PINTO DE NOCHE NO PINTO CON VELAS, Y A PESAR QUE ADMIRO LOS REMBRANDT Y CARAVAGGIOS, ME SIENTO MÁS CERCA DE LO AMERICANO. ENTONCES VUELVO A LA MANCHA Y PINTO OSAMENTAS ENTERRADAS O MÁSCARAS VELADAS DE AZUL COBALTO, PRUSIA O CAFÉ DE MARTE. MANCHO TODO EL CUADRO, ILUMINO NUEVAMENTE, EMPASTO A VECES, PERO ME GUSTA QUE LOS COLORES CHORRÉEN POR LA TELA, COMO HACE LA LLUVIA CON LAS VENTANAS. Y ASÍ VOY CONSTRUYENDO EL CUADRO. ME ACOMPAÑA EL RUIDO DEL VIENTO, LAS RÁFAGAS DE LLUVIA GOLPEANDO EN EL TINGLADO, EN LOS VIDRIOS, EN LOS ÁRBOLES, EN LAS ROCAS AZULES DE MI CUADRO.

TRABAJO EN SILENCIO Y A LO LEJOS ESCUCHO EL CHASQUIDO DE LAS OLAS, EL VAIVÉN DE LA RESACA.

PINTO EN BUSCA DE UNA NUEVA REALIDAD, MIENTRAS AFUERA LA REALIDAD AMENAZA. ES MI OFICIO CREAR, CREAR IMÁGENES QUE NO EXISTÍAN ANTES DE QUE YO LAS PINTARA, NUEVAS REALIDADES POSIBLES EN EL CUADRO . EN ESTE CAMPO JUEGO Y ME ARRIESGO VENCIENDO A VECES, EN OTRAS ASUMIENDO MI DERROTA.

NUNCA SE COMO VA A TERMINAR UNA PINTURA, NO TENGO CONTROL SOBRE SU FINAL. A VECES NECESITA REPOSAR, PARA QUE LOS COLORES SE ASIENTEN Y LUEGO EN UNOS DÍAS VOLVER A TRABAJAR. LUEGO LA SOLUCIÓN ES CASI INSTANTÁNEA: UN FINAL INESPERADO, UNA ZONA DE COLOR QUE SORPRENDE, UNA FORMA QUE DESTACA DEL TOTAL, QUE SURGE DEL FONDO DEL CUADRO. Y PARA ESTO HAY QUE ESTAR PREPARADO. SABER CAPTAR DE CADA LUGAR AL QUE VOY A PINTAR, AQUELLA LUZ QUE BUSCO PLASMAR EN LA OBRA. VIVIR LO QUE SE PINTA, TRAS EL MAR, TRAS EL BOSQUE , LOS HUMEDALES, LAS RAÍCES, TRAS LA HUELLA DE LA LLUVIA REVIVE LA PINTURA.

Y ALLÍ RADICA SU FRESCURA, LOGRAR CREAR UNA OBRA QUE BRILLE CON LUZ PROPIA.

CLAUDIO RODRIGUEZ LANFRANCO, ARTISTA VISUAL Y POETA
rodriguezlanfranco@gmail.com